Hoy voy a hablaros de uno de
los escasos reductos del planeta donde las mujeres hemos logrado la igualdad de
derechos y deberes en el terreno legislativo, donde tenemos capacidad jurídica,
donde podemos salir sin necesidad de que nos lo permita o nos acompañe un
hombre, y sin miedo a que nos violen en el autobús. Un lugar donde, si bien aún
queda mucho por andar para acabar con la brecha de género, a un “señor”
diputado le han puesto la cara colorada por alardear de machista minimizando el
problema del maltrato con argumentos falsos. Me refiero al viejo mundo, a la
Europa del euro, concretamente a la España de los recortes y del
desmantelamiento de los servicios públicos.
“¡Con la que está cayendo y
vas a pararte a luchar por la igualdad de la mujer! ¿Te has enterado que hay
5.040.444 personas registradas en el paro en nuestro país. ?”. Me dice un
buen amigo que piensa que la discriminación machista es
un problema secundario. “ y sin embargo más de la mitad de los parados
apuntados en la lista del “PARO”, valga la redundancia, son mujeres; mujeres
que nos hemos dejado inútilmente la voz pidiendo servicios de atención para los
niños -desde bebés-, para los familiares dependientes, que de otra manera acabamos cuidando nosotras
personalmente, o para los mayores, cuyo
cuidado acaba igualmente siendo asumido por nosotras.
Dejémonos de hipocresías.
Sabemos que la estructura social ha cargado tradicionalmente, y aún sigue
haciéndolo, la responsabilidad del cuidado de enfermos , niños, mayores y
dependientes sobre la mujer básicamente, y que la única forma de equipararla en
oportunidades al hombre, es reconvirtiendo nuestra sociedad en otra cuyo
sistema asistencial asuma estas responsabilidades, y lejos de ello se recorta
en partidas presupuestarias de educación, de sanidad, y de ayudas a la
dependencia … y es justamente la crisis el pretexto argumentado para ello.
Y la pregunta de por qué con
esta situación la gente no se echa a la calle a protestar no llega ni a
hacerse, porque se sobrentiende que para eso contamos con la típica “cobertura
familiar” de los pueblos latinos, que no es otra cosa que “en cada casa donde
los euros brillan por su ausencia hay una mujer que no cobra, pero se harta de
trabajar cuidando de unos y de otras.” Eso también es machismo, el machismo del
mundo supuestamente “civilizado” de nuestro país, donde el número de mujeres asesinadas por maltrato
machista “se ha reducido a 57” en el último año…cifras que podrían se
alentadoras en un mundo donde 7 de cada tres mujeres son víctimas de violencia
explícita machista, violencia que no es sino la expresión más evidente de la
falta de igualdad, y de la creencia de
muchos de que la mujer tiene que supeditarse
al dominio del otro.
Y por si esto fuera poco
llega Mariano con los recortes, y de resultas nos encontramos con un colectivo
doblemente castigado por su condición de mujer e inmigrante, en un país donde a
las mujeres inmigrantes se las explota precisamente para trabajar en los
trabajos más precarios, o en su defecto, la mayor parte de las veces, en la
economía sumergida, sin cotizaciones para el para o la jubilación, y sin
derecho, ni siquiera, a la asistencia sanitaria de ellas, ni de sus hijos…¿y no
hay que hablar de igualdad en plena crisis?. Yo lo tengo clarísimo, y mientras
viva voy a seguir luchando para que ni a mí, ni a mis hijas, ni al resto de las
mujeres nos conviertan en Esclavas ,por nuestra condición sexual, con el
pretexto de la religión, de la crisis, ni de la que está cayendo….
Milagrosa Carrero Sánchez