sábado, marzo 08, 2014


...Da igual porque sólo son mujeres, como da igual aquí y ahora que se la pretenda considerar legalmente sin capacidad jurídica sobre su propio cuerpo, penalizando el aborto por imposición -o so pretexto- de una religión machista, clasista, y reaccionaria, como no puede ser de otra manera, y la historia viene demostrando...

Mis abuelas, especialmente la materna -que gran mujer-, mi madre -cuanto la echo de menos-, mis hermanas, por continuar el orden cronológico de la cita, mis adoradas hijas, la mujer, la hija, la hermana, la madre de alguno de mis hombres... han determinado inexorablemente mi vida. Sus vidas están llenas de historias, y el tiempo de cada una de ellas aprovechado hasta la saciedad; Son “best-seller” de historias sin escribir y que jamás serán escritas porque la historia se escribe en masculino 

El ser humano es “el hombre” y la insignificancia de la mujer queda plasmada en cada respiración del tiempo, en cada linea  de los fondos bibliográficos existentes, y en cada norma gramatical. Cuando esta mujer que ahora os escribe se dirige a su alumnado, jóvenes todos ellos menores de edad y aun inmaduros, en  primera persona del plural , ha de hacerlo en masculino siempre que haya un niño presente, aunque sea sólo uno, y aunque la profesora sea mujer, y aunque la mayoría sean niñas. 

Muy cerca de nosotr@s le están practicando en este momento la amputación del clítoris a una niña, pero da igual, como da igual que se la venda al kilo en los mercados, o que se la esterilice sin su permiso, se la viole como botín de guerra, o se la mantenga privada de libertad o sometida a la tutela masculina toda su vida. Da igual porque sólo son mujeres, como da igual  aquí y ahora  que se la pretenda considerar legalmente sin capacidad jurídica sobre su propio cuerpo, penalizando el aborto por imposición -o so pretexto- de una religión machista, clasista, y reaccionaria, como no puede ser de otra manera, y la historia viene demostrando.

A partir de esta mentalidad podéis contemplar los niveles de paro, de pobreza, de opresión, o  los de riqueza, la renta per capita, la relación entre mujeres y hombres que desempeñan puestos de responsabilidad y cargos cruciales en la toma de decisiones, etc... que siempre encontraréis lo mismo: una situación de dependencia, corroborada en muchos países por las leyes, y en todos por las costumbres populares, la mentalidad, y las estructuras de poder.

Y sin poder regalaros una dulce despida para esta fecha del 8 de marzo, y sin querer hacer mención de los devastadores efecto que cada crisis causa en la situación de las mujeres, allá donde se encuentren, sólo os deseo que tengáis el valor de abrir los ojos, porque el que no se atreve a comprender no puede hacer nada para cambiar el futuro de la historia.